lunes, 8 de junio de 2009

Espacios en blanco

La vida tal como la vivimos ahora la podríamos comparar cual párrafo de un escrito, la iniciamos en grande colocando mayúscula con nuestro nacimiento ya sea por lo muy deseados que somos o por la gran preocupación que creamos entre los que nos reciben.

Y luego vienen las sucesiones de palabras, que como años van guardando una secuencia, el sujeto espera un verbo y un predicado son las reglas gramaticales, de la misma manera los años vividos esperan ciertos acontecimientos dignos de los mismos… que si son 3 ya debemos ir al baño solos, que si son 17 ya debo ir graduándome de preparatoria, que antes de los 30 ya debo tener carrera y especialidad cursada y al menos estar saliendo con alguien que proyecte será quien nos acompañe en la secuencia faltante.

Pero que pasa con los espacios entre palabras, huimos a toda costa del punto final, sabemos que el mismo representa la muerte lo cual sería el fin del párrafo ó la culminación de la continuidad, nos cuestan los puntos y aparte porque encierran el término de un circulo, ciclo o circunstancia que muchas veces hasta por razones que no entendemos no queremos finalizar, y así seguimos huyendo de los espacios en blancos, de la ausencia de palabras que nos representa ausencia de vida, y buscamos llenar los mismos con cuantas cosas signifique seguimiento y convertimos la vida en un frenesí de verbos: estudiar, viajar, cocinar, patinar, escribir, todo lo que traiga acción y con ello abundancia de palabras a nuestra vida, a nuestro escrito .

Quizás nos falte entender que los espacios en blanco existen porque necesitamos ese respiro o conexión con ese ser o energía superior que nos permita dar razón y lógica a la continuidad de palabras, porque necesitamos entender que es necesario desconectarse de las tantas cosas que ansiamos poseer y saber para volver a lo simple a lo blanco a lo que con espacios y ausencia concatena una palabra y otra, pero que a la larga es lo que termina dando sentido y coherencia a nuestro párrafo llamado vida.

No temas darle a la barra espaciadora de la vida….

2 comentarios:

  1. en un espacio en blanco llegaste a mi vida, en un espacio en blanco te deje ir...
    y desde entonces vivo un continuo punto final.

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  2. Eli, me ha fascinado este escrito sobre todo por los puntos. Los otros días hablaba con unas amistades de cómo no nos permitimos pensar siquiera en ese punto final que es inminente en nuestras vidas. Es más, he llegado a pensar que eso es un tema tabú para la mayoría de la gente (no lo es para mí).

    Sobre los puntos y seguidos te cuento que son desgarradores, pero son tan, pero tan necesarios. Ya sea que la experiencia sea buena o mala, hay que cerrar círculos y punto.

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