jueves, 4 de junio de 2009

Artículo 30

Que nos dicta la sociedad hoy?, que regla moral se añade cual papel de personaje en una obra de teatro, tenemos leyes que intentan hacer funcionar lo que por conciencia no funciona, “Ser o no ser” decía el famoso Shakespeare, la pregunta sería: Quien eres tú? Ó Quien soy yo?

Se nace luego se muere, sin embargo existe muerte aun antes de nacer, aquella que se origina en la limpieza de las entrañas, en la limpieza de errores, o quizás de pasiones desenfrenadas, de inocencia perdida o de futuro incierto, lo cierto es que se limpia tratando de borrar la existencia de la vida que se cree pudo ser y que sin embargo es.

La joven se inició en el sexo a temprana edad, vive con apenas lo necesario, no sabe siquiera quien fue su padre, reside con su madre, abuela y otros hermanos a la deriva de una cañada, sin saber que también vive a la deriva de la vida misma. Desconoce que puede pasar en su cuerpo si “se deja amar” si entrega “una muestra de amor” y lo hace, no lo piensa o lo que piensa no llega a mostrarle ni remotamente la posibilidad de cambiar su cuerpo por 9 meses y su vida para siempre.

Y con la “muestra de amor” llega la “necesidad” y el deseo de limpiar “el error”, la inocencia no regresará, pero “la falta” no debe ni puede conocerse, “la familia la mataría” el mismo desvergonzado que le pidió la “muestra de amor” la lleva a la Hospi-Carniceria, donde borraran las huellas del fruto de la pasión.

Y queda limpia al menos eso físicamente le hace saber su cuerpo, pero las huellas en su conciencia quedaran marcadas cual vestigio menstrual en su colchón, su pasado será su presente siempre y su futuro girara en movimientos contrario a la manecilla del reloj.

La sociedad continua su rutina, su letargo mental en el que la misma ha deseado encerrarse, esconderse cual ladrón en la noche y tratar de que casos como este nunca lleguen a saberse al menos en salones abiertos, es la norma, es lo que espera el poderoso señor dueño de grandes almacenes que mantiene sus affair con las empleadas, es lo espera la ejecutiva que mantiene una relación con alguien que esta a su vez esta emparejado legal y físicamente con otra, es lo que espera la doña que cada mañana limpia su frente de las hojas caídas esperando que con cada barrida se vayan también los deseos reprimidos que alberga en su ser.

Amanece y entra el escenario de la vida, Elena, la estudiante universitaria, tiene la mitad de su carrera cursada, recién busco la manera de trabajar de medio tiempo para ir haciendo experiencia, sabe que es muy duro introducirse en el mercado laboral y desea hacerlo sin sentir la presión que ejercen las cuentas pendientes por pagar, hasta el momento Roberto le ha ayudado a cubrir las mismas a cambio de su “amor”, Roberto es un hombre casado, un alto ejecutivo en la empresa de la familia de la esposa, un padre ejemplar, un fiel colaborador de las causas sociales, pero “la causa” que conoció de labios de Elena anoche lo despierta aturdido, siente como si hubiera consumido de un solo sorbo varias botellas de whisky.

Camino a la iglesia ese Domingo casi se carga la vida de un transeúnte en frente de sus hijos y siente como si se tratara de un presagio donde le quisieran hacer sentir en carne propia el sabor que deja despojar de la misma un ser, eso justamente fue lo que determinó para “el estorbo” que lleva consigo Elena, ella soñaba con que al saberlo él terminaría dándole el lugar que entendía merecía en su vida, que finalmente compartiría el espacio en la sociedad del que se jactaba su esposa aunque continuara siendo “la otra”, pues Elena no esperaba que Roberto firmara dos papeles, uno que garantizara su libertad y el siguiente que dispondría su unión con ella, pero tampoco pasó por su mente que el no asumiría el compromiso adquirido al amarse libremente, el nunca le pidió abiertamente protección, pero entendía que dada las circunstancias propias de Elena la misma lo haría, lo asumió igual que como asumía el papel de Presidente del consejo de padres del prestigioso centro en el que estudiaban sus hijos, siempre dejando la responsabilidad sobre otros.

El sermón hablaba de la preservación de la vida por encima de todas las cosas, los titulares de los periódicos durante toda la semana resaltaban el debate de promulgar una ley que acepte lo que justamente el le propone, que limpien “su error”, que borren la huella que los fluidos compartidos crean.
Elena pasó por la iglesia, pidió perdón no por las faltas cometidas anteriormente sino por la que cometería justamente ese día, de ahí salio en compañía de una “amiga” hacia un lugar en el que la habían convencido de que” té resuelven cualquier problema”.

El día termina, Roberto solo hizo una llamada para escuchar que nada le estorbaría, de hecho fue la última que dirigió a Elena, borró el nombre y la sensación del cuerpo de la mujer que había amado “libre y abiertamente” de su mente con la misma rapidez con que limpiaron las entrañas de ella, Elena se duchaba en el cuarto de su pequeña pensión y mientras el agua caía sobre su cuerpo y continuaba hacia el desagüe y los restos de “su limpieza” con ella, deseaba que también los recuerdos de lo vivido se marcharan, el recuerdo de la decisión que por mucho que quisiera sentir la tomó por Roberto, sabe que ella fue quien finalmente la llevo a cabo, esa al igual que muchas noches mas a lo largo de su vida no dormiría, soñaría despierta con el rostro de su hij@, soñaría despierta con el sentimiento de que solo fue un mal sueño su realidad vivida.

Lunes, la gran multitud protesta frente a las autoridades por la aclamada ley de los titulares, muestran que es algo intolerable en nuestra sociedad, muestran sus rostros cual máscaras detrás de las que en muchos casos se esconde “la limpieza realizada”.

2 comentarios:

  1. Eli, no me queda claro si estuviste a favor o en contra al nunca bien mencionado Artículo 30 hoy 39.

    ResponderEliminar
  2. La idea es esa, un escrito ambiguo, contar sólo la historia sin llevar al lector necesariamente a uno de los lados(a favor ó en contra).

    ResponderEliminar